Nuestra heroína

DOÑA JOSEFA ORTIZ DE DOMÍNGUEZ

La historia de nuestro país ha tenido la participación activa de la mujer a lo largo de los años, ha enfrentado diversos obstáculos para alcanzar su objetivo. Ha luchado e incluso a costa de propia vida, por defender los derechos de su gente.

Con el estallido del movimiento de Independencia aún a pesar que predominaba la ignorancia y analfabetismo entre las mujeres de ésa época, muchas de ellas salieron de sus hogares y se sumaron a defender la causa, se convirtieron en enfermeras, correos y espías, consiguieron medicamentos, armas y dinero. Aportaron inteligencia, pasión y muchas dieron sus vidas por la causa.

Aunque solo son conocidas las hazañas de algunas heroínas, muchas son las mujeres cuyo nombre quedó en el silencio y que derramaron su sangre por un futuro mejor para sus hijos.

Algunos de los nombres de tan ilustres mujeres han quedado grabados hasta nuestros días; siendo una de ellas, Doña Josefa Ortiz de Domínguez a quien hemos elegido por ser una heroína del movimiento de Independencia, con su valentía luchó incansablemente para defender los derechos de los mexicanos y demostrarle al mundo que la mujer puede obtener importantes logros.

Hoy en día es considerada una "digna representante del heroísmo de la mujer mexicana, que arriesgó su vida, libertad y familia por entregarse a la causa de la insurgencia y luchar contra la opresión y sojuzgamiento español del pueblo mexicano”.

Doña Josefa Ortiz de Domínguez mejor conocida como la “Corregidora de Querétaro”, desafiando los prejuicios de la época, participó decididamente en la organización del movimiento de Independencia. Aprovechando su posición social, organizó reuniones secretas con el propósito de discutir la situación de la Nueva España y a ellas asistían los conspiradores de 1810, entre los que destacaban, Don Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, los Hermanos González, Aldama y otros ilustres mexicanos de su tiempo.

Los conspiradores fueron delatados, pero Doña Josefa al enterarse del descubrimiento de la conspiración de Querétaro logró prevenir a los insurgentes (contra los que ya se habían dictado órdenes de aprehensión a excepción de Hidalgo, el que no podía ser detenido hasta tener la anuencia de su superior eclesiástico). Al verse descubiertos no tuvieron más alternativa que a adelantar el inicio de la guerra de Independencia en septiembre de 1810.

Doña Josefa Ortiz fue detenida y recluida en un convento durante varios años. Consumada la Independencia el 19 de mayo de 1822, Agustín de Iturbide se autonombró emperador de México y ofreció a Doña Josefa Ortiz de Domínguez un puesto en su corte como dama de honor de su esposa, Ana Duarte. Sin embargo pese a su necesidad económica, rechazó el cargo así como también cualquier recompensa por los servicios prestados a la causa, ya que iba totalmente en contra de los ideales por los que había luchado y padecido.

Doña Josefa Ortiz nació en Valladolid, hoy Morelia, México el 8 de septiembre del año de 1768 cuyo nombre de soltera era María de la Natividad Josefa Ortiz Girón. El 31 de marzo de 1791 contrajo matrimonio con Miguel Domínguez y murió en la ciudad de México el día 2 de marzo de 1929.